En el 2020 de la población censada en México, el 51.4% fueron mujeres, lo que representa 64.5 millones de los habitantes de nuestro país. Los estados que tienen el mayor porcentaje de población femenina fueron Oaxaca y Baja California.

En el 2016 la OMS publicó que la esperanza de vida mundial al nacer era mayor en las mujeres (74.2 años) en comparación con los hombres (69.8 años), concluyendo que la población femenina es más longeva.

Suplementación en el embarazo y la lactancia

El embarazo es una etapa en que las mujeres tienen un incremento de las necesidades de energía, proteínas, vitaminas y minerales. La dieta materna tiene que aportar nutrientes energéticos y no energéticos (vitaminas y minerales) en cantidad suficiente para el desarrollo del feto y para mantener su metabolismo durante los nueve meses de gestación.

La OMS recomienda que durante la atención médica que reciben las mujeres embarazadas en las visitas prenatales, el asesoramiento sobre hábitos saludables de alimentación, nutrición óptima y qué vitaminas o minerales deben tomar, sea un tema que debe estar presente, ya que tener una asesoría adecuada puede contribuir de sobremanera a que las mujeres y sus niños en desarrollo se mantengan sanos a lo largo del embarazo y el posparto.

Durante la lactancia las necesidades nutricionales son considerablemente mayores que durante el embarazo. La leche materna producida en los 4 primeros meses de lactancia representa un cúmulo de energía aproximadamente equivalente al gasto energético total de la gestación.

La justificación de la promoción de la lactancia materna como método óptimo de alimentación infantil, es debido a todos los beneficios bilógicos únicos que brinda. La recomendación de aumentar el consumo de determinados nutrientes o la utilización de suplementos para las mujeres lactantes es debido a que así se pueden satisfacer las necesidades de la producción de leche y proteger al lactante y a la madre contra deficiencias nutrimentales.